EL ESCUDO DE LAS MISIONERAS MARIANAS sintetiza la espiritualidad que nos legaron nuestros fundadores, centrada en el misterio del Sagrado Corazón de Jesús.

ES EL CORAZÓN DE JESÚS rodeado de espinas, que inflamado de amor, da vida a toda la humanidad, los rayos nos recuerdan que  Jesús es la luz  del mundo y como él somos enviadas.

La llama de fuego que sale del Corazón de Jesús nos evoca que ha traído fuego al mundo y cuánto desea que arda.

El letrero en latín : Dilectus Meus Mihi Et Ego Illi, que traducimos: “Mi amado para mí y yo para mi amado” está inspirado en la cita bíblica del  Cantar de los Cantares  cap. 6,3.

Este escudo fue plasmado en el escapulario del hábito religioso de las misioneras marianas, diseñado por nuestros fundadores.

Es por esto que nuestro Carisma y Espiritualidad están orientados a ser imágenes vivientes del Corazón de Jesús, especialmente de su mansedumbre y humildad. Desde el amor, contemplación, desagravio, expiación, consuelo, ascesis, consagración personal y comunitaria.